Si tu cabello es débil, grasoso o tiende a ponerse esponjoso, los cambios en el clima seguramente serán tu pesadilla. Lo mismo te tiene que pasar con el uso de ciertos productos para el baño, tu ropa, la hora de dormir e incluso el aire. Pero no temas. Tenemos la solución perfecta para ti y solo necesitas mirar dentro de tu casa. Bueno, bueno … puede que tengas que ir a comprar algunas cosas, pero nada que te desfallezca o sea imposible de conseguir. Y la respuesta es: mascarillas capilares fáciles, caseras y súper nutritivas.
Los mejores tratamientos para tu cabello, en realidad para todo tu cuerpo, se encuentran en lo que comes; en los nutrientes que adquieres. No lo olvides: la verdadera retroalimentación proviene de adentro. La belleza no solo se logra con lo que se aplica en el exterior.
Empecemos…
¿Tu cabello carece de brillo?
Para aplicar al menos una vez al mes, consigue un yogur natural, dos cucharadas de jugo de limón y 2 claras de huevo. Mezclar bien hasta obtener una textura homogénea, aplicar sobre el cabello seco o húmedo (no tocar las raíces) y dejar actuar 30 o 40 minutos. Finalmente, retira con agua fría y lava como lo haces habitualmente.
¿Cabello sin brillo?
Fortalece con un poco de plátano y miel. Esto te ayudará a hidratarte y lucir más saludable.
Sencillo: necesitas 1/2 plátano y 2 cucharadas de miel. Muy bien triturado el primero y mezclado con la piel, aplícalo sobre tu cabello húmedo desde la raíz hasta las puntas. Dejar actuar media hora y retirar con agua fría. Mucha agua fría. Que no quede nada. No te laves más.
¿Extremos secos y esponjosos?
¡Necesitas nutrición extra! Mezcle 1 aguacate maduro, 1 cucharada de aceite de almendras y una yema de huevo. Aplica la mascarilla por todo tu cabello, mientras continúas triturando la mezcla para asegurarte de que todo quede bien incorporado. Deja actuar durante 15 minutos y retira con agua tibia. Lavar con un champú específico para cabello seco.
¿Cabello grasoso?
Aunque tendemos a creer que este tipo de cabello no necesita utilizar mascarillas, hazlo. No te preocupes. Si lo hace de la manera correcta, no lo empeorará. Respira Tu cabello, como todos los demás, necesita estar hidratado. A lo que hay que prestar atención es a los productos y a que no le añadan sebo.
Mezclar el jugo de un limón, 1 huevo y 1 cucharadita de sal. Obtendrás una pasta compacta que distribuirás por todo tu cabello; dejar actuar 30 minutos y retirar con agua tibia. Finalmente, lávate con tu champú habitual.
¿Cabello fino y débil?
Las propiedades exfoliantes de la fresa son lo que más necesitas. Tritura 8 fresas y mézclalas con media botella de yogur natural y 1 cucharada de miel. Aplicar sobre todo tu cabello como si fuera un champú; de raíces a puntas y viceversa. Dejar actuar 20 minutos y lavar con agua tibia. No agregue ningún otro producto después. Lo dejó ir.