No son grasosos, ni sucios ni pegajosos. Los nuevos aceites cosméticos llegan cargados de beneficios y ya se han convertido en verdaderos elixires de belleza.
El de argán, de Marruecos; el hibisco, de Egipto; el de monoi, de Tahití; el de amla, de la India; el de oliva, de España. La textura del aceite nace de la naturaleza. Las semillas, hojas, raíces, frutos o flores contienen compuestos maravillosos que, extraídos y con una fórmula ligera, contienen decenas de propiedades y una textura única. Pero … ¿son todos los aceites iguales? ¿Son buenos para todo tipo de pieles? Te contamos todo lo que necesitas saber.
Para la cara
El miedo a engrasar la piel es el principal motivo por el que resulta difícil incluir este producto en la rutina de belleza. Sin embargo, los aceites actuales han evolucionado para hacer adecuados todos los tipos de piel. Si tu piel es mixta o grasa, busca aquellas que incluyan aceite de jojoba o lavanda entre sus ingredientes, ya que regulan y eliminan el exceso de sebo.
Eso sí, es importante utilizar solo unas gotas y esparcirlo muy bien hasta su total absorción. También puedes poner una o dos gotas en tu humectante habitual para potenciar sus efectos. Conseguirás iluminar tu rostro, reducir las pequeñas imperfecciones y combatir las arrugas y líneas de expresión.
Otra de sus grandes virtudes es su capacidad para desmaquillar fácilmente los productos impermeables, como las máscaras de alta permanencia o los labiales, ya que eliminan los restos de cualquier maquillaje sin dañar un poco la piel. Perfecto para
pieles más secas.
Para el cuerpo
Los aceites corporales son potentes hidratantes que nutren en profundidad, pero, además, los hay específicos para tratar problemas puntuales: combaten la celulitis, ayudan a prevenir las estrías, tratan el eccema … La almendra y la caléndula son dos de los mejores y puedes encontrar fácilmente. Aplicarlos con un suave (pero firme) masaje con movimientos circulares y ascendentes hasta su total absorción. ¿Un consejo? Si sales de noche, prueba aquellos que también contienen partículas de oro, te harán brillar como nunca.
Para el cabello
Si buscas un cabello sano, lleno de brillo, volumen y sin frizz, añade aceite de sésamo a tu neceser. Lo mejor es aplicarlo por la noche y lavarlo al día siguiente. No solo conseguirás hidratar profundamente tu cabello, sino que también evitarás la caída del cabello, eliminarás residuos químicos (como los parabenos) y evitarás la irritación del cuero cabelludo. Úselo al menos una vez a la semana. El aceite de coco es también uno de los más completos, ya que limpia, aporta una buena dosis de brillo, sella las puntas abiertas y fortalece el cabello dañado y quebradizo.
Para uñas
¿Hay algo más típico de nuestro país que el aceite de oliva? Este producto hidrata las uñas, suaviza las cutículas y actúa como revitalizante. Remoja una bola de algodón en el aceite, aplícala en tus uñas y déjalas secar al aire. Si repites este truco un par de veces a la semana notarás que están más fuertes, nutridas y más bonitas.
MÁS…
Los ingredientes naturales de estos aceites también son un verdadero tratamiento de aromaterapia. Sus beneficios van desde aliviar la fatiga y ayudarte a dormir mejor (lavanda), hasta estimular y recargar las pilas (cítricos), hasta aumentar la felicidad y el bienestar (salvia). Para beneficiarse de estas propiedades, aplique un par de gotas de aceite directamente en el interior de sus muñecas y frote una contra la otra para que se absorba bien a través de la piel. Si lo desea, también puede llevarlos a la nariz y realizar tres respiraciones profundas. Te ayudará a relajarte.