Ante la negativa de la Casa Real británica a depositar una corona en nombre del Príncipe Harry en el Día del Recuerdo, el duque y la duquesa de Sussex han pagado su propio tributo, a su manera y a miles de kilómetros de Londres.
Harry y Meghan están solos. Eso es al menos lo que surge tras la última aparición pública de los Windsor. El pasado domingo 8 de noviembre, la Familia Real Británica se reunió para celebrar el Día de la conmemoración, acto solemne con el que cada año se honra la memoria de todos los caídos en las guerras. Esta edición cumplía su centenario, pero no se pudo conmemorar un aniversario tan importante como se hubiera querido debido a las restricciones por la pandemia. Eso sí, aunque fue mucho más pequeño (sin concierto previo ni desfile militar), no se canceló, y supuso también el regreso a la actividad pública de la Reina Isabel de Inglaterra, que había estado confinado en el castillo de Windsor durante varios días. También estaban los Príncipe carlos Y Camilla de Cornualles, la Príncipe guillermo Y Kate Middleton, Sophie wessex… Solo el Principe Harry Y Meghan Markle faltaban en la foto del año pasado.
Desde el duques de wessex decidió voluntariamente retirarse de la vida oficial de la realeza británica, que entró en vigencia a partir del 1 de abril, y luego de que se mudaron a vivir a los Estados Unidos, la pareja se ha embarcado en los pasos de su nueva vida en soledad, manifiestamente solo. Tanto es así que, aunque aparentemente querían seguir participando en algunas causas, los Casa Windsor no ha sido permitido. O todo o nada, algo en lo que, por otro lado, el pueblo británico también ha estado de acuerdo, a menudo llamándolo caprichoso y mimado. El hecho es que el Principe Harry También hubiera querido ir de alguna manera a este Día del Recuerdo (que comenzó hace un siglo como el Día del Armisticio para celebrar el final de la Primera Guerra Mundial). Pero no podría ser …
Así, mientras la realeza británica se reunía en el Cenotafio de Londres para depositar la habitual corona de flores en el Tumba del soldado desconocido, con la reina y otros miembros mirando desde los balcones y a una distancia de seguridad adecuada, Harry y Meghan hicieron lo mismo, pero a su manera, a miles de kilómetros de distancia. Según The Sunday Times, el príncipe expresó su deseo de que alguien depositara una corona a su nombre, pero asegura que fue denegada con el argumento de que el joven ya no representa a la monarquía. Por otro lado, el diario también señaló que su abuela, la reina Isabel, no conocía los deseos de su nieto al respecto.
Visto lo que se ve los duques se trasladaron al Cementerio Nacional de Los Ángeles para rendir su propio tributo. Allí depositaron flores ante las tumbas de dos soldados desconocidos y luego el príncipe colocó una ofrenda floral frente al obelisco del memorial. Meghan Markle eligió las flores del jardín de su propia residencia, ubicada en la localidad de Santa Bárbara, a una hora de Los Ángeles.
De esta forma, la pareja no quiso dejar pasar este día tan especial para honrar a quienes perdieron la vida por otros. Manten eso en mente Harry de Inglaterra Hace diez años que forma parte del ejército y está muy orgulloso de todos los rituales y sentimientos de sus compañeros de armas. El príncipe lució sus medallas militares en su solapa, además del broche de amapolas, símbolo de esta celebración, mientras que Meghan Markle asistió vestida de riguroso negro, como exige el protocolo, y también con el broche de amapola prendido a su abrigo. Eso sí, apartándose del protocolo británico, ya que no llevaba sombrero ni guantes. La banda de la corona que dejaron llevaba este lema: “Para todos los que han servido y están sirviendo. Gracias».