¿Te sientes hinchado y con barriga después de los excesos? Con estos sencillos consejos evitarás la retención de líquidos y los molestos gases.
Es común que las semanas posteriores a Navidad sigamos sintiendo nuestra barriga hinchada. Esta hinchazón es causada por la acumulación de gases o líquidos relacionados con malos hábitos, la ingestión de ciertos alimentos o problemas de salud que deben ser remediados antes de que se vuelvan crónicos.
No a las comidas pesadas
Reencuentros con familiares y amigos, cenas de empresa que se convierten en una fiesta del colesterol… Todo pasa factura.
Hemos comido mucho más de lo que nuestro cuerpo necesita y eso ha provocado que nuestro vientre se hinche. Siempre debes tener en cuenta que al finalizar las comidas es mejor quedarse un poco con hambre y si ha sido muy copioso, sustituir el postre por una infusión. Además, no debemos olvidar que cenas ligeras asegurarán un sueño reparador.
Adios a los gases
Aunque algunos alimentos promueven los gases, hay personas más propensas a padecerlos, ya sea por su propio metabolismo o porque padecen trastornos como el intestino irritable. En estos casos, las infusiones digestivas y las especias están especialmente indicadas en guisos.
Alimentos difíciles de digerir
Aunque son saludables, hay alimentos que provocan retención de líquidos y gases en algunas personas. Esto no significa que sean perjudiciales para la salud, pero deben tomarse con moderación. Entre ellos se encuentran los productos lácteos, las legumbres y algunas verduras y hortalizas como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y la lechuga.
Además, tenga en cuenta que los alimentos con muchos condimentos, especialmente la sal, pueden causar hinchazón. También se recomienda reducir el consumo de alimentos ultraprocesados poco saludables ricos en azúcares y grasas saturadas, bebidas carbonatadas y chicles, que nos hacen tragar mucho aire.
Intolerancias
En ocasiones, la hinchazón se debe a una intolerancia alimentaria, entre las más comunes, las del gluten y la lactosa. El problema se resuelve al no comer alimentos que los contengan.
Parásitos: esos pequeños enemigos
Si nuestro estómago se infla como un globo, comemos lo que comamos, es posible que el culpable sea un parásito, como la lombriz o la tenia, que nos hemos contagiado al ingerir alimentos que no cumplían las condiciones higiénicas adecuadas. Para eliminarlos conviene reducir el consumo de azúcares y harinas, que favorecen su proliferación, y tomar infusiones con limón y romero.
El estado de ánimo importa
Si no ‘digerimos’ bien los problemas personales, nuestro sistema digestivo sufre. Para ello, se recomiendan infusiones relajantes.
Síndrome premenstrual
La hinchazón es un síntoma común del síndrome premenstrual. UNA
El 70% de las mujeres la padece y, aunque no se conoce bien la causa, tiene que ver con un desequilibrio hormonal.
Los 4 alimentos que te ayudan
Frutas: Son muy recomendables frutas como la piña, papaya, kiwi e higo, que aportan enzimas digestivas o sustancias químicas similares a las que produce el propio organismo.
Probióticos: Si nuestra flora intestinal se altera, la digestión se complica y se producen gases. Para encontrar el equilibrio, es recomendable comer alimentos probióticos que contengan bacterias «buenas». Yogur y kéfir, los más habituales.
Aromáticos: Perejil, albahaca, orégano, anís verde o estrellado, hinojo, laurel, menta, manzanilla, hierba luisa, diente de león … Ya sea en infusión o como aderezo en platos, favorecen la digestión aumentando la producción de jugos, reduciendo los gases y tienen un efecto calmante.
Especias: La canela es eficaz contra los gases y el jengibre, que tiene un efecto antiinflamatorio, previene la hinchazón.