Cenar temprano tiene más beneficios de los que puedas imaginar para nuestro estado de salud. ¡Te lo contamos!
Dormir mejor, perder peso, tener más energía y un mejor estado de ánimo… estos son solo algunos de los beneficios de cenar temprano. Así que hagamos de esta restricción de la vida nocturna nuestro aliado para tener un estilo de vida más saludable y cosechar los beneficios de disfrutar de una cena al estilo ‘europeo’.
1. Contra el insomnio
El insomnio está relacionado con irse a la cama con el estómago muy lleno o incluso con cenar tan tarde como estamos o estábamos acostumbrados. El sueño correcto, estable, saludable y reparador es parte de una dieta equilibrada.
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2. Estar en forma.
Por la noche es más difícil procesar los alimentos, especialmente los ricos en carbohidratos. Al adelantar la hora de la cena podremos mantenernos activos durante todo el día y el metabolismo activado y una dieta saludable nos permitirán perder los kilos de más de forma mucho más rápida y eficaz.
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3. Mejora la sensibilidad a la insulina.
Anticipando la cena, evitaremos picar por la tarde. Comer a la luz del día y restringir la ingesta de alimentos por la noche puede ayudarnos a controlar nuestro peso porque procesaremos mejor la comida y no se depositará en forma de grasa y porque las hormonas involucradas en el control de azúcar y grasa son menos activas por la noche y, por lo tanto, cenar antes de que esas funciones comiencen a disminuir puede ayudarnos a controlar nuestro peso.
4. Beneficia la presión arterial.
Comer tarde no solo se asocia con un aumento del peso corporal, sino también con un aumento de la presión arterial, independientemente de la comida ingerida. Cuando la presión arterial es alta, aumenta el riesgo coronario, los riñones se debilitan, el cerebro, la vista y la circulación en las piernas se dañan.
5. Efecto positivo sobre el metabolismo.
Cenar más tarde podría estar relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico. Adelantar la cena reduce el riesgo metabólico, ofreciendo numerosos beneficios para nuestra salud.
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6. Las cenas deben ser ligeras, proteicas y sin carga glucémica elevada.
Una buena opción es un plato de verduras, crema o sopa, acompañado de una ración de proteína animal.
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