La vida es dura y el mundo es injusto. En todos los placeres, en todos los caprichos, en todas esas frivolidades que siempre amamos hay algo nocivo, cancerígeno o que engorda. Maldita suerte, ¿no es posible tener un placer gratis? No parece.
Ahora resulta que incluso los pantalones ajustados provocan celulitis y otros problemas circulatorios. Según los datos manejados por los expertos, hasta el 95% de las mujeres sufre de celulitis en algún momento de su vida después de la pubertad. Las mujeres blancas son más propensas a este problema que las mujeres negras.
Esta celulitis tiende a aparecer en las nalgas, las caderas y los muslos, ya que estas son las áreas del cuerpo donde el estrógeno, una hormona femenina, tiene mayor efecto. Sin embargo, también puede aparecer en abdomen, cuello, brazos y senos.
Al contrario de lo que podrías pensar, la obesidad no tiene mucho que ver con la aparición de celulitis. Sin duda influye, pero hay mujeres delgadas que también sufren de celulitis. No se sabe mucho sobre las causas de la celulitis, aunque existen suposiciones razonables sobre los factores que influyen en ella.
Su aparición puede deberse a herencia genética, dificultades circulatorias, cambios hormonales como la falta de testosterona y el uso de píldora anticonceptiva. Esto último se debe a que el aumento de estrógenos en el cuerpo de la mujer provoca alteraciones en el organismo y que retiene líquidos, lo que dificulta el riesgo sanguíneo y es un caldo de cultivo ideal para la celulitis.
Además, el envejecimiento y una mala alimentación también ayudan a que aparezca la celulitis.
Celulitis y otras quejas
¿Y entonces la ropa ajustada? Pues parece que está bastante comprobado que su uso habitual contribuye a la celulitis aparece y evoluciona. Esto es causado por un proceso inflamatorio en la grasa que cubre el cuerpo, y los pantalones ajustados inflaman la grasa más rápidamente. Y es que, si se dificulta la circulación sanguínea, la evolución de la circulación sanguínea es imparable.
“Víctima de la moda: rabdomiólisis y neuropatías bilaterales peroneas y tibiales como resultado de ponerse en cuclillas en ‘jeans ajustados’”, un estudio publicado en el prestigioso Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry elogia estas tesis. Y va aún más lejos. No es que los pantalones ajustados provoquen celulitis, sino que son los responsables de la aparición de otros problemas y patologías en los músculos y nervios de las piernas.
¿Y cuáles son esos otros problemas que pueden surgir por abusar del cigarrillo? Por ejemplo, varices. Las mujeres genéticamente predispuestas a las varices tienden a tener niveles altos de progesterona. Esta hormona, que solo se encuentra en el cuerpo de la mujer, dilata levemente las venas y, si las piernas están tensas, dificulta la circulación y aumenta las posibilidades de que los vasos sanguíneos estallen.
Como es evidente, el uso de prendas ajustadas provocará una falta de aire en el cuerpo. Si lo que llevamos muy ajustado es la zona abdominal, nuestra respiración puede verse obstaculizada. Esto implicaría que el aire quedaría en la parte superior del tórax, no pudiendo llegar a la zona abdominal y provocando así una respiración incompleta.
Y aún hay más. Los pantalones ajustados pueden promover la candidiasis. Este hongo tiende a aparecer en áreas con altas temperaturas y poca ventilación. Y ya te imaginas qué zona toma altas temperaturas y tiene poca ventilación cuando usas pantalones ajustados. Para tratar de remediarlo, los médicos recomiendan usar ropa interior hecha de algodón, ya que este material favorece la ventilación de las partes íntimas.
La acidez es otro trastorno que puede resultar del uso excesivo de pantalones ajustados. Al apretar demasiado la cintura, el estómago también está presionado y eso dificulta su tarea. Las consecuencias pueden ser malestar, acidez y reflujo.
Las cosas pueden ir incluso peor. Además de prendas muy ajustadas, Los tacones altos pueden ser fatales para la salud. Ambos al mismo tiempo, asesino. Además de las varices y los problemas circulatorios, esta combinación en el vestuario puede hacer que aparezca la enfermedad de la piel de naranja.
Ya no solo tiene que vigilar lo que come, bebe, fuma o hace. Ahora también tenemos que cuidar mucho la ropa que llevamos.