Hace apenas un año que comenzó el encierro, que ha dañado nuestra piel. Te damos las claves para paliar sus efectos y recuperar una piel radiante
La pandemia de coronavirus ha cambiado nuestras vidas de muchas formas y también se está reflejando en el bienestar de la piel. Máscaras, distancia interpersonal o poca exposición solar son algunos ejemplos de cómo nuestra piel afronta una nueva situación, desconocida para ella. Esos elementos, combinados durante meses, han terminado por dañarlo. Y mucho de esto tiene que ver con la falta de estimulación de una hormona importante, la oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad.
Los dermatólogos expertos de Nivea han recopilado los principales efectos de la falta de contacto físico en nuestra piel, muchos de ellos derivados de la disminución de los niveles de esta hormona en nuestro organismo.
Piel vieja
Las citocinas, que intervienen en las enfermedades inflamatorias, también están relacionadas con la senescencia, es decir, con el envejecimiento. Cuando no hay suficiente oxitocina para regular las citocinas, las células senescentes hacen que la piel parezca más vieja. Esto no solo significa menos luminosidad, sino también menos firmeza y, finalmente, más arrugas.
Acné
En este caso, la culpa es de las máscaras. Por un lado, producen un roce continuo que produce irritación. Pero, por otro lado, impiden que la piel respire normalmente y hacen que se acumule el sudor y la humedad de la respiración. Todos estos elementos forman una combinación perfecta para que aparezca este nuevo tipo de acné, que ha sido bautizado como masculino por este motivo.
Piel opaca
La falta de oxitocina y las mascarillas favorecen la acumulación de células muertas y que los poros se taponen. Esto genera impurezas que provocan un rostro menos luminoso y de aspecto cansado.
La buena noticia es que todos los efectos que el encierro y la distancia social están teniendo en nuestra piel se pueden contrarrestar. En algunos casos puede ser una tarea a más largo plazo o incluso requerir la ayuda de profesionales, pero siempre puedes recuperar esa piel hermosa y saludable. Los expertos de Nivea nos dicen cómo:
Abrazar más cuando sea posible
Es uno de los consejos más difíciles de seguir en este momento, pero también el más efectivo. El coronavirus todavía no nos permite abrazar a tanta gente como nos gustaría. Por eso, la clave está en aprovechar los momentos con las personas con las que convivimos. La producción de oxitocina es fundamental para nuestro bienestar, pero también para una piel sana y joven, por lo que las caricias y abrazos en el círculo más cercano deben ser una prioridad para lograrlo. Además, el contacto humano reduce los sentimientos de soledad, reduce los síntomas de ansiedad y depresión y fortalece el sistema inmunológico.
Deja que la piel respire
Las mascarillas reducen la ventilación del rostro durante horas. Es muy importante que la piel respire correctamente, por lo que es necesario hacer una limpieza profunda al final del día. Asimismo, una o dos veces por semana, las células muertas que tapan los poros deben eliminarse con una exfoliación con productos suaves pero eficaces.
Deje que todos los productos se absorban antes de ponerse la mascarilla.
Después de aplicar la rutina de belleza por la mañana, deja que el rostro absorba los productos por completo. De lo contrario, estará húmedo debajo de la mascarilla, lo que provocará que se acumule aún más humedad y sudor de lo que se produce al respirar con la propia mascarilla, y provocará la aparición de granitos o irritación.
Cuida aún más la piel sensible
Un bajo nivel de oxitocina y las mascarillas afectan especialmente a las pieles más sensibles y propensas a enfermedades de la piel. Por tanto, es necesario controlar qué productos se utilizan, deben ser suaves y compatibles con la piel, y evitar cualquier cosa que pueda irritar. Por ejemplo, es mejor no frotar la piel con una toalla para secarla, sino hacerlo con ligeros toques.
Hidratación extra
Dado que necesita limpiar a fondo su piel y exfoliarla con frecuencia, también debe hidratarla y nutrirla. Durante estos meses, puedes optar por productos que complementen tus rutinas de cuidado, como sérums, mascarillas o ampollas concentradas, y también productos que sean más cremosos e hidratantes que los que se utilizan habitualmente, especialmente de noche.
No olvides los labios
Están en contacto directo con la mascarilla durante varias horas y esto las irrita y las reseca. Cuando el rostro esté descubierto, aprovecha para hidratar los labios con un bálsamo labial y, por supuesto, también de noche.
Si es necesario, acude al dermatólogo.
Existen diversas dolencias de la piel que solo deben ser tratadas por un especialista. Muchos de los factores mencionados anteriormente agravan determinadas enfermedades de la piel o favorecen su aparición y requieren tratamientos especializados. Si este es el caso, siempre debes acudir a un profesional.
Monitorear el estrés
La pandemia ha provocado niveles de estrés en los españoles. No solo por la incertidumbre de los últimos meses, sino también por la falta de contacto físico con los demás. Sin embargo, el estrés excesivo continuo puede dañar seriamente la salud y no solo la piel. Si la situación persiste, lo mejor es pedir ayuda a un profesional.