Varios expertos han advertido del riesgo de desnutrición en entre el 30 y el 80 por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-19. Así lo ha revelado en el IV Congreso Nacional de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), que se iba a celebrar en Zaragoza y se lleva a cabo online hasta este viernes.
La pérdida de apetito, la alteración del gusto y del olfato y la diarrea son algunos de los síntomas que sufren las personas infectadas por el coronavirus. Esto condiciona que se reduzca la ingesta oral de alimentos, lo que se suma a los problemas respiratorios provocados por virus en los pacientes hospitalizados existe un claro riesgo de desnutrición, que se agrava en los pacientes mayores con enfermedades crónicas, ya desnutridos.
Además, según indique el médico especialista en endocrinología y nutrición y vicepresidenta de FESNAD, Julia Ocón, la pérdida de masa muscular unida a la falta de movilidad provoca una discapacidad funcional y orgánica. Estos síntomas, ha advertido Ocón, «junto con la disfagia por no poder masticar bien los alimentos, complican la situación del paciente al tener unas necesidades nutricionales muy elevadas, lo que obliga a consumir una dieta especial».
Una dieta que “es fundamental para ser de fácil digestión, siguiendo las Patrón de una dieta mediterránea enriquecida con calorías y proteínas ”. Además, para cubrir los requerimientos nutricionales que son tan elevados, hay que añadir suplementos o batidos que aporten una mayor dosis calórica y proteica.
Julia Ocón también ha manifestado que la Recuperación En un paciente hospitalizado por Covid-19, una vez que desaparece la infección por el virus, son al menos tres meses, teniendo la desnutrición y la obesidad un peor pronóstico con riesgo de mortalidad.
VITAMINA D
A su vez, la presencia de vitamina D en el organismo ha jugado un papel protagónico en esta cita científica, atormentada por la pandemia COVID-19 y las medidas que debían adoptarse para frenarla y evitar el colapso sanitario, como es el caso de los confinamientos domiciliarios y la disminución de la actividad Social.
Como explicó el investigador en Fisiopatria de Obesidad y Nutrición del Centro de Investigación Biomédica en Red, Andrés Díaz-López, entre el 85% y el 90% de la presencia de esta vitamina en el organismo proviene de nuestra exposición al sol y actualmente entre el 30% y el 50% de la la población en general es deficiente, lo que representa mil millones de personas en el mundo.
En este contexto, el profesor de la Universidad Politécnico La madrileña, Marcela González Gross, ha insistido en que «hay factores directamente relacionados con la nutrición que venimos denunciando desde hace décadas que son elementos de riesgo de mortalidad por coronavirus, como la deficiencia de micronutrientes», ha precisado, dando un gran Por este motivo , es importante «seguir las recomendaciones de una dieta saludable como la dieta mediterránea y reforzar la ingesta de vitamina D con dieta y suplementación».