En estos tiempos difíciles la salud y economía se resentimos. Periódicos, diarios y otros medios utilizan términos como ERE a diario, de modo que sepamos más o menos el significado del concepto y a qué responde, principalmente el mala situación económica de una empresa o negocio. A lo largo de este artículo te ayudaremos a comprender qué es exactamente un ERE, cuántos tipos hay y en qué se diferencia de otro concepto que es plenamente actual, el ERTE.
Cómo definir un ERE
ERE es el acrónimo que responde a Registro de regulación laboral. Se trata de un mecanismo legal que capacita a las empresas que atraviesan importantes problemas económicos para suspender o disparar, según los casos, a todos o un porcentaje de sus trabajadores.
Los ERE están regulados por ley, específicamente por la Ley del Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 51, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre. Es esta ley la que delimitar las circunstancias que deben darse para que la empresa pueda realizar los ERE, siempre por causas económicas, técnicas u organizativas pero consideradas de fuerza mayor.
La empresa debe asegurarse de que esta circunstancia afectará el número mínimo de trabajadores posible. Para que la empresa pueda presentar un ERE dependerá del total de su plantilla, en aquellas con menos de 100 trabajadores, el despido o suspensión debe afectar al menos a 10 trabajadores. En aquellos con plantilla entre 100 y 300 trabajadores debería afectar al 10% y en aquellos con más de 300 a más de 30 trabajadores.
Causas que pueden conducir a un ERE
Para ajustar tu plantilla a través de un ERE tendrías que dar una o más de las siguientes circunstancias:
- La reducción progresiva de las ventas durante al menos tres trimestres, la existencia o anticipación de pérdidas que conlleven una situación económica negativa para la empresa. Es decir, causas económicas.
- Si hay cambios en los medios o instrumentos de producción que impliquen un exceso de trabajo. Causas técnicas.
- Cambios en la organización de la producción o en los métodos de trabajo. Causas organizacionales.
- Cambios que afecten la demanda de productos o servicios de la empresa.
Diferentes tipos de ERE
Las circunstancias por las que atraviesan las empresas son distintas, por ello se recogen distintos tipos de ERE que serán de aplicación en cada caso.
ERE por extinción. Hablamos en este caso de un despido colectivo, lo que significa la ruptura total de la relación entre empresa y trabajadores. Pueden acogerse a determinados derechos como la prestación por desempleo (si cumplen los requisitos) y la indemnización correspondiente que es de al menos 20 días por cada año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. No obstante, si el despido es injusto, la indemnización será de 33 días por cada año trabajado. Otros derechos de los trabajadores deben incluirse en un plan de reubicación y para impugnar el despido ante los tribunales.
Suspensión ERE. Implica que el calendario laboral se reajusta afectando a toda o solo a parte de la población activa, habrá determinados días en los que algunos de los trabajadores no tendrán que ir a trabajar. En este caso, los empleados podrán acogerse a la prestación proporcional de desempleo y mantendrán su cotización a la Seguridad Social durante el 100% de la jornada laboral.
ERE por jornada laboral reducida. En este caso también se reduce el tiempo de trabajo, pero en lugar de restar días las horas del día se reducen Algunos días a la semana el trabajador sigue manteniendo su cotización a la Seguridad Social el 100% de la jornada y puede solicitar la prestación por desempleo proporcional a las horas que deja de trabajar.
Estos dos últimos son ajustes de plantilla temporales.
En qué se diferencia de un ERTE
ERTE es el acrónimo de Expediente de Reglamento de Empleo Temporal. Si bien se puede confundir con la suspensión ERE o la reducción de jornada, ya que implica una reducción o suspensión, se diferencia de ellas en que se debe a crisis temporales y no genera para los trabajadores el derecho a recibir compensación por el lado de la empresa. Lo que, en cambio, puedes percibir es la prestación por desempleo independientemente de si cumples con los requisitos habitualmente exigidos por la Seguridad Social.
La figura de ERTE está regulada por el artículo 57 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.
Como se hace
Para realizar un ERE previamente, la empresa debe establecer un período de consulta con los representantes de los trabajadores. También debe enviar un memoria que justifica las causas del despido y la documentación contable y técnica de la empresa. Posteriormente, la empresa debe notificar el despido a los trabajadores afectados. Finalmente, el ERE puede ser impugnado por decisión de los tribunales.
Obviamente, los ERE están sujetos a controles más exhaustivos que los despidos actuales y, a menudo, implican negociaciones colectivas importantes. Aunque no son un plato del gusto de nadie, como siempre son síntoma de fuertes problemas económicos, están cada vez más a la orden del día.